Antonio de la Rosa
A los 18 años consiguió cumplir su primera meta: ser bombero de la comunidad de Madrid; pero su espíritu inquieto no le permitió quedarse en su “zona de confort”.
En la actualidad está considerado uno de los deportistas extremos más importantes del panorama internacional. Sus retos y expediciones en solitario se han convertido en su lei-motiv pero lleva toda una vida dedicándose a los deportes de extremos o de aventura habiendo formado parte de la élite de esta inusual y extravagante disciplina.
Claro queda que la faceta deportiva de Antonio de la Rosa es más que destacable, pero lo que nosotros queremos contar va más allá de una actividad extrema y un espectacular contexto. Antonio es, sin duda, un atípico personaje que, sobre todo, se diferencia del resto de los mortales por su manera de entender y actuar en la vida.